En junio del 2015 el magnate estadounidense, Donald Trump, anunció su postulación como candidato a la presidencia de EEUU y con ella una serie de promesas y aseveraciones que dejaron a millones alrededor del mundo sin habla.
Las declaraciones, xenófobas, extremistas y radicales, amenazaban con revivir el fantasma del gobierno de George Bush que tanta polémica levanto a nivel mundial y en medio de tan tétrico discurso el magnate estadounidense arremetió contra el acuerdo de París y la iniciativa de combatir el cambio climático global, demostrando una gran ignorancia respecto al tema y calificando el movimiento como una estrategia China para beneficiar económicamente a la potencia asiática.
Para el malestar internacional, Trump resultó electo como presidente y ha cumplido a cabalidad sus amenazas iniciando el proceso para retirar a EEUU del acuerdo de París lo que resulta en un grave golpe a la iniciativa ambientalista.
El Acuerdo de París fue establecido el 22 de abril del 2016 como un acuerdo entre 193 países. Es un conjunto de medidas para frenar el evidente impacto de la actividad comercial humana en la atmósfera y tratar de revertir los ya visibles fenómenos climáticos que resultan de ellas. Las firmas más importantes son claramente las de aquellos países que lideran la industria a nivel mundial, las emisiones globales de CO2, como era de esperar, son considerablemente superiores en países superproductores como EEUU y China, y, por ende, son los que resultan vitales para que el acuerdo tenga peso real en el cambio, que es la finalidad del tratado.
La salida de EEUU del acuerdo de París supone un golpe severo a al movimiento de lucha contra el deterioro atmosférico, ya que la potencia norteamericana es responsable de más del 14% de las emisiones totales de CO2, solo superado por China. El mayor temor que esto levanta a los partidarios del acuerdo, es que esta movida de parte del gabinete del presidente Trump, es que lleve a otros países de diferentes latitudes a reconsiderar su posición frente al acuerdo, lo que podría llevar a la suspensión de regulaciones ya acordadas en pro del control de las emisiones, en especial aquellos países que se alinean política o ideológicamente con EEUU, como varios miembros del bloque europeo, Japón, Corea y la propia China, abriendo la puerta a la posibilidad de que el acuerdo llegue a disolverse.
Sin embargo, no todo es negativo, la historia no está de parte de las radicales medidas del presidente norteamericano, una medida similar fue puesta en marcha por parte de su predecesor republicano, George Bush, quien trato durante su mandato de mantener su país del Acuerdo de Kioto, planteado en Japón, durante el 2005, esta iniciativa no tuvo éxito, la cumbre del G8, que involucraba las mayores potencias económicas del mundo, aplico suficiente presión al mandatario estadounidense para llevarlo a firmar el acuerdo.
Vale la pena destacar que para ese momento Bush se encontraba respaldado por un congreso y un gabinete que concordaban con su decisión, adicionalmente un apoyo popular del que gozaba para el momento que no fueron suficientes para mantener esta política.
Sirve este antecedente para analizar la posición de Trump al tomar tan extrema medida, la mayor parte del congreso de EEUU, no está de acuerdo con su decisión, adicionalmente su propio gabinete se ha pronunciado en desacuerdo con la medida y la marcada oposición popular al presidente, ha llevado a la mayor parte del pueblo estadounidense a no apoyar muchas de las decisiones del mandatario.
Ante este panorama es difícil que la salida permanente de la potencia del norte se dé, más aun el escenario internacional está cada vez más a favor de medidas para la protección ambiental y nuevas alternativas tecnológicas y energéticas ofrecen una alternativa comercial a los socios más importantes de EEUU con lo cual la presión económica, existe y va en aumento, de tal manera que no es probable que la salida de la potencia norteamericana sea definitiva o duradera.
Por último, es importante aclarar que el presidente Trump tras varias críticas por parte de los medios de comunicación y redes sociales, ha aclarado que la salida de EEUU del acuerdo de París no es permanente sino que busca una renegociación de los términos a fin de mejorar las condiciones y regulaciones propuestas para su país para reducir el impacto económico que estas puedan tener. Ante todo esto, el mundo permanece expectante aunque con una actitud optimista ante este hecho y se espera que la mayor potencia comercial del mundo reingrese al tratado lo más pronto posible por el bien de la iniciativa ambientalista ante el Calentamiento Global y en últimos términos de toda la raza humana.
Saludos,
Para comenzar, me gusta que explica brevemente que es el acuerdo de París, cuando fue establecido y cuantos países participan, después procede a explicar las consecuencias de la decisión del presidente de EE. UU, Donald Trump, también explica que el congreso del país no está de acuerdo con la decisión del presidente.
Para finalizar, mi opinión del comentario es que está bien estructurado, es legible, el lenguaje que utiliza no es ni muy coloquial ni muy formal, de fácil acceso y contiene algunas imágenes que ayudan a captar la atención del lector. Y en cuanto al blog en general, tiene un buen aspecto, varios temas y artículos sobre el cambio climático y cada entrada viene con el link del cual obtuvieron la información.
Muchas gracias por su atención.