El pasado 2017 ha sido el año con mayores registros de temperatura desde que los diferentes institutos climáticos desarrollaron un control de las temperaturas medias globales a fin de crear un registro histórico, esto apunta a numerosos trastornos climáticos que comprometen la seguridad de toda forma de vida en la tierra incluyendo al ser humano, trastornos de los cuales gran parte de la comunidad, en especial en países desarrollados, está consciente e informada de manera general, como demuestra el Programa de Comunicación sobre el Cambio Climático de Yale, el cual demostró que el 61% de los estadounidenses está informado sobre el cambio climático y algunos de sus efectos.
Los 10 Mitos Más Perversos de los escépticos del Cambio Climático
- El clima cambia todo el tiempo
- Expertos dicen que el calentamiento es natural
- El clima ha cambiado en el pasado también
- Es el Sol
- No es malo
- Se está enfriando
- Los modelos no son confiables
- La medición de la temperatura no es confiable
- Los animales y las plantas se adaptarán
- No ha habido calentamiento desde 1998
Sin embargo, en ciertas temáticas, una información a medias es igual o más peligrosa que la desinformación, y es este el caso de las numerosas comunidades, políticos e incluso investigadores, quienes afirman que a si bien existen cambios observables en los ciclos climáticos del planeta, estos no pueden atribuirse a la actividad humana en la tierra, argumentando fenómenos similares en periodos geológicos previos a la aparición del ser humano y restando importancia a la evidencia empírica que relaciona el crecimiento de la actividad industrial y las emisiones de gases invernadero con el fenómeno del calentamiento global.
Esto ha generado una corriente que busca exculpar al ser humano de su responsabilidad en el fenómeno del cambio climático, evitando con esto el gran número de controles, sanciones y medidas reguladoras que se han establecido para reducir el impacto de nuestra actividad como especie en el ciclo climático global. Rex Tillerson, secretario de estado del electo presidente Donald Trump, expresó sus dudas sobre las predicciones en el tema de los gases de invernadero, confirmando la ya anunciada posición del gabinete del nuevo presidente estadounidense ante el calentamiento global.
Ante esta nueva corriente de argumentos surge una serie de autoridades científicas que ofrecen respuestas a estos planteamientos buscando disipar mitos fundamentados en la falta de información, y que restan fuerza a las iniciativas contra el cambio climático y ponen en riesgo la continuidad del modo de vida que hemos desarrollado en el último medio siglo, incluso nuestra supervivencia como especie.
Conozcamos entonces algunos de estos mitos y la respuesta que estos miembros de la comunidad científica ofrecen para desmentirlos.
Mito 1: «El clima cambia todo el tiempo»
Michael Mann del Departamento de Meteorología de Universidad Estatal de Penn afirma que este es uno de los argumentos más comunes incluso entre el reducido 3% de la comunidad científica que aún cuestiona el origen humano del cambio climático. Basándose en fenómenos climáticos ocurridos anteriormente en el planeta, los que apoyan este argumento buscan promover la idea de que el impacto de las actividades humanas ha sido exagerado y que estos cambios ocurren con cierta regularidad en el planeta debido a sus diversos fenómenos naturales los cuales tienen un impacto en la atmósfera y por ende en el clima.
Mann sin embargo explica, que los principales fenómenos capaces de alterar la atmósfera y causar un aumento de la temperatura planetaria son los volcanes, y variaciones en la actividad solar, sin embargo, ambos fenómenos no han tenido mayor actividad en los últimos 50 años, no existe una correlación, en cambio sí hay correlación al aumento desmedido de CO2 y temperatura atmosférica que ha ocurrido en dicho periodo. De hecho, dichos fenómenos naturales (la actividad volcánica y la variación de actividad solar) han tenido un efecto contrario causando una leve disminución en la temperatura global, dejando al calentamiento producido por el ser humano como única causa sustentable para el aumento de la temperatura medida.
Mito 2: «Existen muchos expertos que aseguran que el calentamiento es producto de fenómenos naturales»
Glenn Branch, subdirector del Centro Nacional de Educación Científica, expresa que sin importar cuanta justificación y argumento se presente, la negación al cambio climático parece ser el equivalente al resfriado común entre las teorías, constantemente muta y cambia de forma para así poder ignorar la cada vez mayor cantidad de estudios que ratifican su existencia y los mecanismos ya esclarecidos, esto lleva a Branch a cuestionarse si de verdad la comunidad científica debería tratar de combatirla como lo viene haciendo más allá de simplemente ignorarla.

En este orden de ideas Branch plantea que el consenso científico ante el cambio climático no tiene precedentes, 97% de la comunidad científica está de acuerdo en la existencia del calentamiento global y sus orígenes en la actividad humana, lo que resulta realmente único, considerando que rara vez existe un consenso de tal magnitud en especial al estudiar fenómenos de largo plazo como lo es el cambio climático. Está claro que aunque existe un muy pequeño porcentaje de la comunidad, sus argumentos deben ser evaluados igualmente, sin embargo, decir que existe un gran número de expertos que argumentan contra el calentamiento global de origen humano es falso, a nivel estadístico y sociológico.
Mito 3: El clima ha cambiado antes
El clima reacciona ante lo que lo fuerza a cambiar en determinado momento, en este momento la fuerza dominante es la actividad humana.
Los gases de efecto invernadero, principalmente el CO2, y también el metano, fueron los incitadores de la mayoría de los cambios climáticos del pasado en la Tierra. Cuando disminuyeron, el clima global se volvió más frío. Cuando aumentaron, el clima global se volvió más cálido. Cuando niveles de CO2 aumentaron rápidamente, el calentamiento global resultante fue altamente perjudicial y en ocasiones casionó extinciones masivas.
Actualmente los humanos estamos emitiendo inmensas cantidades de CO2, a un ritmo más rápido que incluso los cambios climáticos más destructivos en el pasado de la Tierra.
Mito 4: Es el Sol
En los últimos 35 años de calentamiento global, el Sol y el clima han estado moviéndose en dirección opuesta.
En los últimos 35 años, el Sol ha presentado una tendencia al enfriamiento. Sin embargo las temperaturas globales siguen aumentando.

Si la energía del Sol disminuye y la Tierra se está calentando, queda claro que el sol no puede ser el control principal de la temperatura. Es lógico.
Mito 5: No es malo
Los impactos negativos del calentamiento global en la agricultura, salud y ambiente superan cualquier impacto positivo.
A continuación una lista de relaciones de causa y efecto, que explican que la mayoría de los impactos del cambio climático darán pocos o ningún beneficio, pero pueden causar un gran daño a un costo considerable.
Agricultura: Si bien el CO2 es esencial para el crecimiento de las plantas, la agricultura depende de un suministro constante de agua, es probable que el cambio climático interrumpa esos suministros a través de inundaciones y sequías. Se ha sugerido que en latitudes más altas, como Siberia, por ejemplo, pueden llegar a ser productivas debido al calentamiento global, pero el suelo en el Ártico y los territorios limítrofes es muy pobre, y la cantidad de luz solar que llega al suelo en verano no cambiará porque se rige por la inclinación de la tierra. La agricultura también puede verse interrumpida por incendios forestales y los cambios en la periodicidad estacional (que ya se están produciendo) y los cambios en los pastizales y el suministro de agua podrían afectar el pastoreo y la salud del ganado. El aumento del calentamiento también puede tener un efecto mayor en países cuyo clima ya está cerca o en el límite de temperatura sobre el cual los rendimientos se reducen o los cultivos fallan, por ejemplo, en los trópicos o en el sub-Sahara.
Salud: Inviernos más cálidos causarán menos muertes, particularmente entre grupos vulnerables como ancianos. Sin embargo, los mismos grupos también son vulnerables al calor adicional, y se espera que las muertes atribuibles a las olas de calor sean aproximadamente cinco vecesmayores que las muertes que se evitan en invierno. En general, se cree que el clima más cálido propiciará la migración de insectos portadores de enfermedades como los mosquitos y la malaria, que, de hecho, ya está apareciendo en lugares donde no se había visto antes.
Fusión polar: Si bien la apertura de un pasaje Ártico sin hielo durante todo el año entre los océanos Atlántico y Pacífico dará algunos beneficios comerciales, estos aspectos son completamente superados por los aspectos negativos. Los efectos perjudiciales incluyen la pérdida del hábitat del oso polar y el aumento de los peligros del hielo móvil para navíos. La pérdida de albedo de hielo (el reflejo del calor), que causa que el océano absorba más calor, también es una respuesta positiva; el calentamiento del agua aumenta el deshielo del glaciar y la capa de hielo de Groenlandia, además de elevar la temperatura de la tundra ártica, que luego libera metano, un gas de efecto invernadero muy potente (el metano también se libera del lecho marino, donde queda atrapado en cristales de hielo llamados clatratos). Se pronostica que el derretimiento de las plataformas de hielo de la Antártida exacerbará aún más el aumento del nivel del mar sin que se acumulen beneficios.
Acidificación oceánica: Una causa de considerable preocupación, no parece haber beneficios en el cambio en el pH de los océanos. Este proceso es causado por la absorción de CO2 adicional por el agua y puede tener graves efectos desestabilizadores en toda la cadena alimentaria oceánica.
Glaciares derritiéndose: Los efectos del derretimiento de los glaciares son en gran parte perjudiciales, ya que el impacto principal es que muchos millones de personas (una sexta parte de la población mundial) dependen del agua dulce suministrada cada año por los ciclos de rebrote y recrecimiento de los manantiales naturales y esos suministros de agua: agua potable, agricultura – Puede fallar.
Aumento del nivel del mar: Muchas partes del mundo son bajas y se verán gravemente afectadas por las modestas subidas del nivel del mar. Los arrozales están siendo inundados con agua salada lo que destruye los cultivos. El agua de mar está contaminando los ríos al mezclarse con el agua dulce aguas arriba y los acuíferos se están contaminando. Dado que el IPCC no incluyó el agua derretida de los casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida debido a las incertidumbres en ese momento, se piensa que las estimaciones del aumento del nivel del mar subestiman considerablemente la magnitud del problema. No hay beneficios propuestos para el aumento del nivel del mar.
Ambiental: Los efectos positivos del cambio climático pueden incluir selvas tropicales más verdes y un mayor crecimiento de las plantas en el Amazonas, un aumento de la vegetación en las latitudes del norte y posibles aumentos de la biomasa de plancton en algunas partes del océano. Las respuestas negativas pueden incluir un mayor crecimiento de las zonas oceánicas pobres en oxígeno, contaminación o agotamiento del agua dulce, mayor incidencia de incendios naturales, extinción amplia de vegetación debido a sequías, mayor riesgo de extinción de los corales, disminución del fotoplancton global, cambios en los patrones de migración de aves y animales, cambios en la periodicidad estacional, alteración de las cadenas alimentarias y pérdida de especies.
Económico: Los impactos económicos del cambio climático pueden ser catastróficos, y se han proyectado muy pocos beneficios. El informe de Stern dejó en claro el patrón general de la crisis económica y, si bien las cifras específicas pueden ser cuestionadas, los costos del cambio climático son muy superiores a los costos de prevenirlos. Ciertos escenarios proyectados en el informe AR4 del IPCC hablan de una migración masiva a medida que los países de baja altitud se inundan. Las interrupciones en el comercio mundial, el transporte, suministros de energía y mercados laborales, la banca y finanzas, inversión y seguros, harían estragos en la estabilidad de las naciones desarrolladas y en vías de desarrollo. Los mercados sufrirían una mayor volatilidad y los inversores institucionales, como los fondos de pensiones y las compañías de seguros, tendrían dificultades considerables.
Los países en desarrollo, algunos de los cuales ya están envueltos en conflictos militares, pueden verse envueltos en disputas más extensas y prolongadas sobre el agua, el suministro de energía o alimentos, todo lo cual podría interrumpir el crecimiento económico en un momento en que los países en desarrollo se ven acosados por protestas más violentas sobre el cambio climático.
Se acepta ampliamente que los efectos perjudiciales del cambio climático se sentirán en mayor medida en los países menos preparados para adaptarse, social o económicamente.
Mito 6: Se está enfriando
La última década del 2000 al 2009 fue la más calurosa en el registro histórico.
Al buscar evidencia del calentamiento global, debemos encontrar muchos indicadores diferentes. Si bien es natural enfocarse inicialmente en las temperaturas del aire, una revisión más rigurosa debe incluir más factores que ese. Las capas de nieve, hielo derretido, temperaturas del aire sobre tierra y mar, incluso las temperaturas del mar en sí. Los indicadores clave del calentamiento global se están moviendo en la dirección esperada en un globo que se calienta. Por ejemplo, la humedad atmosférica está aumentando, los glaciares están disminuyendo, la capa de nieve está disminuyendo, las temperaturas de la superficie del mar, del aire sobre el mar, de la tropósfera, la temperatura sobre la tierra y los océanos, todas están aumentando, el nivel de mar está subiendo, el hielo en el mar ha disminuido, las capas de hielo oceánico han disminuido, el contenido calórico del mar ha aumentado, la primavera está llegando más temprano en el año, hay migraciones de especies en dirección a los polos, la línea de crecimiento de los bosques se mueve en altura y hacia los polos.

Cuestionamientos del calentamiento global a menudo se basan sobre un evento climático reciente: una gran nevada o una lluvia que rompe la sequía. El calentamiento global es totalmente compatible con esos eventos, pues eso es parte del clima. Cuando se trata del cambio climático, son las tendencias a largo plazo las que son importantes, mediciones que abarcan décadas o periodos más largos, y esas tendencias a largo plazo muestran que el mundo lamentablemente todavía está calentándose.
Mito 7: Los modelos no son confiables
Los modelos climáticos han reproducido las temperaturas desde 1900 a nivel global, sea sobre la tierra, el aire y en el océano.
Los modelos climáticos ya han predicho muchos de los fenómenos para los cuales ahora tenemos evidencia empírica.

Los modelos climáticos forman una guía confiable para el cambio climático potencial. Los principales modelos climáticos también han proyectado con precisión los cambios globales de temperatura de la superficie.
Mito 8: El registro de temperaturas es poco confiable
La tendencia al aumento de temperatura es la misma en áreas rurales y en zonas urbanas, medido con termómetros y satélites.
La medición de la temperatura es esencial para predecir el clima. Por lo tanto, el Servicio Meteorológico Nacional de E.E.U.U. Y todos los demás servicios meteorológicos del mundo quieren que las temperaturas se midan con la mayor precisión posible.
Para comprender el cambio climático, también debemos asegurarnos de que podemos confiar en las mediciones históricas de temperatura. Un grupo llamado «Iniciativa Internacional de Temperatura Superficial» está dedicado a hacer que los datos globales de la temperatura del suelo estén disponibles de una manera transparente.
Las mediciones de temperatura superficial se hacen en aproximadamente 30,000 estaciones en todo el mundo (Rennie et al. 2014). Cerca de 7000 de éstos tienen registros mensuales largos y consistentes. A medida que la tecnología mejora, las estaciones son actualizados con equipos más nuevos. Cuando se actualizan los equipos o se mueven las estaciones, los datos nuevos se comparan con el registro anterior para asegurarse que las mediciones sean consistentes en el tiempo.

En 2009, a algunas personas les preocupaba que las estaciones meteorológicas ubicadas en lugares inadecuados pudieran estar registrando la temperatura de manera poco confiable. Los científicos del Centro Nacional de Datos Climáticos tomaron en serio a esos críticos e hicieron un estudio cuidadoso del posible problema. Su artículo «Sobre la confiabilidad del registro de temperatura de la superficie de EE. UU.» (Menne et al. 2010) presentó una conclusión sorprendente. Las temperaturas de las estaciones que los críticos afirmaron que estaban «mal situadas», en realidad mostraron temperaturas diarias máximas ligeramente más frías comparadas con el promedio.
En 2010, el Dr. Richard Muller criticó el gráfico llamado «palo de hockey» y decidió hacer su propio análisis de temperatura. Organizó un grupo llamado «Berkeley Earth» para hacer un estudio independiente del registro de temperatura. Querían responder específicamente a la pregunta: «¿el aumento de la temperatura en la superficie terrestre, está afectada de manera inadecuada por los cuatro sesgos claves (calidad de la estación, homogeneización, islas de calor urbano y selección de la estación)?» La conclusión fue: NO. Ninguno de esos factores sesga el registro de temperatura. Las conclusiones de Berkeley sobre el efecto del calor urbano fueron bien explicadas por Andy Skuce en una publicación de SkS en 2011.
Las temperaturas medidas en tierra son sólo una parte para la comprensión del clima. Se hace un seguimiento de muchos indicadores del cambio climático para tener una visión general. Todos los indicadores apuntan y llegan a la misma conclusión: la temperatura global está aumentando.
Mito 9: Los animales y las plantas se pueden adaptar
El calentamiento global será la causa de extinción masiva de especies que no se pueden adaptar en escalas de tiempo cortas.
Un gran número de eventos de extinción masiva en el pasado han sido directamente vinculados al cambio climático global. Considerando que el cambio climático actual es tan rápido, en la mayoría de los casos, la forma en la que las especies normalmente se adaptan (por ejemplo, migrando) simplemente no es posible.
El cambio a nivel global es simplemente demasiado generalizado y está ocurriendo demasiado rápido.
Mito 10: No ha habido calentamiento desde 1998
Cada una de las partes del sistema climático terrestre ha continuado su calentamiento desde 1998, siendo 2016 el más caluroso en registro, seguido por 2015 y 2017.
Incluso si ignoramos las tendencias a largo plazo y solo revisamos los que rompieron récord, 2017, 2016, 2015, 2014, 2013, 2010, 2009 y 2005 fueron más calientes que 1998.

El mito de que no ha habido aumento de temperatura desde 1998 se basó en estimaciones satelitales de la temperatura de la atmósfera. Sin embargo, incluso ese argumento ya no es exacto. Los satélites muestran calentamiento desde 1998 también.
También hay una tendencia de algunas personas a concentrarse en la temperatura del aire en la atmósfera, o en la superficie, cuando hay otros indicadores más útiles que nos pueden dar una idea de cuan rápido se calienta el mundo. Más del 90% del calentamiento global se produce en el calentamiento de los océanos, mientras que menos del 3% incrementa la temperatura del aire en la atmósfera y en la superficie. Los registros muestran que la Tierra se ha estado calentando a un ritmo constante antes y desde 1998 y no hay señales de que se desacelere en el futuro.

Incluso si nos centramos exclusivamente en las temperaturas globales de la superficie, Cowtan & Way (2013) muestra que cuando tenemos en cuenta las temperaturas de todo el mundo (incluido el Ártico, que es la parte del planeta que se calienta más rápido), la tendencia del calentamiento de la superficie global para 1997 –2015 es aproximadamente 0.14 ° C por década.
Conclusión
Existen personas que por motivos personales, económicos o puramente por prejuicios o mala información, niegan la realidad. Son una minoría, son como los que dicen que la tierra es plana, discuten y tergiversan la realidad sin sustento. Ya es hora de dejar de perder energía en convencer a quienes no pueden (o no quieren) entender y concentrarse en hacer su parte en enfrentar de manera efectiva esta amenaza sin precedentes, por nuestro futuro y en especial por el futuro de nuestros hijos y futuros descendientes.